En el siglo XVIII las comunicaciones en España eran algo complicado. El comercio y los viajeros se movían a pie, en mulo/burro/caballo y en carretas o diligencias. Las distancias que hoy nos parecen cortas (Madrid-Segovia, Zaragoza-Barcelona, Sevilla-Cádiz) eran entonces varios días de trayecto por caminos de tierra o barro si se daba la "mala suerte" de que llovía. Los comerciantes eran vistos como personas atrevidas y valientes por una inmensa población que nacía y moría sin haberse movido del entorno de su pueblo.
El Marqués de la Ensenada (Ministro del Rey Fernando VI) ante esta situación recuperó un proyecto del siglo anterior bastante descabellado pero viable para la tecnología del momento: construir un canal fluvial desde el centro de Castilla hasta la cornisa Cantábrica.
En Julio de 1753 comienzan las obras en la localidad de Calahorra de Ribas (cerca de Grijota) tomando las aguas del rio Pisuerga. El canal, sencillo en esencia, era mucho mas complicado desde el punto de vista arquitectónico puesto que debería ser navegable en ambos sentidos y además debería salvar bastante desnivel para lo que se construyeron esclusas a lo largo de su recorrido. Si pudiéramos ver su longitud en alzado sería similar a una escalera con largos rellanos.
Su funcionamiento es el siguiente; en la figura 1 la barcaza llega a la esclusa, entra y se cierran tras de si el primer par de hojas (Figura 2). Se comienza a llenar de agua el espacio comprendido entre ambas esclusas con intención de nivelar el agua con el siguiente tramo (Figura 3). Cuando finaliza el proceso se abren el par de hojas y la barcaza prosigue su viaje (Figura 4).
En 1791 se unen en Grijota el Ramal de Campos (desde Medina de Rioseco) y el Ramal del Norte (desde alar del Rey) siendo navegables en su totalidad al año siguiente. En ese mismo momento comienzan las obras del Ramal del Sur (desde Valladolid hasta Grijota).
En 1828 las Guerras Carlistas mermaron la capacidad económica del Erario Público y el Rey Fernando VII decide privatizar el resto de la obra, la reconstrucción de las zonas dañadas por el conflicto y cede a la Compañía del Canal de Castilla su explotación durante 80 años. El 14 de Diciembre de 1849 comienza a funcionar el total del canal llegando a su máximo uso en 1860 cuando mas de 350 barcazas transportaban los cereales y otras mercancías.
El idea original de enlazar con la cornisa Cantábrica no se vio completada por la aparición del ferrocarril. En 1848 (cuando el Canal se encontraba ya en obras) se inauguró primera línea férrea peninsular entre Barcelona y Mataró. Fue un éxito rotundo por su versatilidad para transportar viajeros y mercancías y sus velocidades, cosa que cayó en gracia y comenzaron a proliferar las compañías dedicadas a este método de transporte. En 1849 se formaba un cuello de botella en la cadena de transporte en Alar del Rey. Las mercancías se descargaban de las barcazas y pasaban a las carretas que formaban una interminable fila en dirección a Santander. Se constituyó el Ferrocarril de Isabel II y comenzaron las obras que duraron hasta 1863 (Finalizadas por la "Compañia del Norte" que compraría la compañía cuando aun quedaban dos tramos en obras). La línea se vería mas tarde prolongada hacia el sur, prácticamente paralela al canal de Castilla relegándolo a un segundo plano.
Uno de los embarcaderos en el año 1900
A lo largo de su camino, junto a las exclusas se construyeron molinos y batanes para aprovechar el salto del agua en la molienda del grano. Estuvieron activos hasta que los cereales y harinas del extranjero eran mas baratos que los nacionales y perdieron su utilidad. La mayoría de estos molinos fueron "reciclados" y convertidos en "casas de luz" donde acoplaron generadores a las palas para llevar corriente eléctrica a los pueblos aledaños.
"Casa de luz" en la esclusa de Grijota
Durante sus 164 años el Canal, lejos de convertirse en una ruina, ha sabido adaptarse a las necesidades de la población. Actualmente forma parte del sistema de riego y genera electricidad. También hay un proyecto de profunda rehabilitación que cada vez añade mas kilómetros de recorrido a los barcos turísticos que hace poco volvieron a navegar por el.
Para terminar os dejo algunas fotografías tomadas a lo largo de sus 207 kilómetros de longitud.
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